La próxima Jornada Mundial de la Juventud será para toda la Iglesia “como un renovado Pentecostés”, afirmó hoy el Papa Benedicto XVI en su alocución anterior al rezo del Ángelus, con los peregrinos reunidos en el Patio interior del Palacio Apostólico de Castel Gandolfo.
El Papa insistió en varias ocasiones, antes y después del Ángelus, en la importancia de que los católicos de todo el mundo se “unan espiritualmente” a la JMJ.
“Invito a toda la Iglesia a sentirse partícipe de esta nueva etapa de la gran peregrinación de los jóvenes a través del mundo, iniciado en 1985 por el Siervo de Dios Juan Pablo II”, exhortó.
“Estoy seguro de que desde todos los extremos de la tierra los católicos se unirán a mí y a los jóvenes reunidos, como en un Cenáculo, en Sydney invocando intensamente al Espíritu Santo, para que inunde los corazones de luz interior, de amor a Dios y a los hermanos, de valiente iniciativa para introducir el eterno mensaje de Jesús en la diversidad de lenguas y culturas”, añadió en otro momento.
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