"...San José, Esposo de la Virgen, es definido en el Evangelio como «varón justo». Con estas palabras se señala su rectitud moral y su adhesión a la ley y a la voluntad del Padre celeste, que cumplió con dócil responsabilidad.San José tuvo que hacer frente a las necesidades de la familia con el trabajo manual; por eso, la Iglesia lo venera también como patrono de los trabajadores y esta fecha es oportuna para reflexionar sobre la importancia del trabajo en el hombre, en la familia y en la sociedad. Según el designio divino, la actividad laboral debe servir al auténtico bien de la humanidad y permitir "al hombre individual y socialmente cultivar y realizar plenamente su vocación» («Gaudium et spes», 35). A San José, custodio providente de la Sagrada Familia de Nazaret, confío a los jóvenes en busca de empleo, a los desempleados, a quienes sufren dificultades laborales, así como a todos los trabajadores con sus esperanzas y desafíos, con sus problemas y sus expectativas..."
(Juan Pablo II, Audiencia General 19 de marzo de 2003)
jueves, 1 de mayo de 2008
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