domingo, 28 de septiembre de 2008

San Vicente de Paul

Nació en Aquitania el año 1581. Cursados los correspondientes estudios, fue ordenado sacerdote y ejerció de párroco en París. Fundó la Congregación de la Misión, destinada a la formación del clero y al servicio de los pobres, y también, con la ayuda de santa Luisa de Marillac, la Congregación de Hijas de la Caridad. Murió en París el año 1660.
Reflexiones de San Vicente de Paul:

"Al servir a los Pobres se sirve a Jesucristo"
"Por consiguiente, debe vaciarse de sí mismo para revestirse de Jesucristo"
"No me basta con amar a Dios, si no lo ama mi prójimo"
"¡Cómo! ¡Ser cristiano y ver afligido a un hermano, sin llorar con él ni sentirse enfermo con él! Eso es no tener caridad; es ser cristiano en pintura."
"Si se invoca a la Madre de Dios y se la toma como Patrona en las cosas importantes, no puede ocurrir sino que todo vaya bien y redunde en gloria del buen Jesús, su Hijo..."
"No puede haber caridad si no va acompañada de justicia" "Nada mas grande que un sacerdote a quien Dios de todo poder sobre su Cuerpo natural y su Cuerpo místico"

ORACION MUNDIAL POR LA PERSECUCION DE LA IGLESIA EN INDIA

El cardenal Carlo Caffarra, arzobispo de Bologna, denunció el "ensordecedor silencio de los medios, más preocupados por los osos que por los cristianos", durante la jornada de ayuno y oración convocada por las diócesis italianas en solidaridad con los cristianos perseguidos en el estado indio de Orissa, el pasado 9 de septiembre.
En su homilía en la catedral de Bolonia, el cardenal afirmó que "la grandeza del mártir desenmascara la pobre desnudez del relativismo", y animó a los fieles allí congregados a "compartir con el ayuno y la oración la misma pasión de los que son perseguidos por el nombre del Señor".
El purpurado denunció el "ensordecedor silencio de los medios de comunicación (excepto los católicos) hacia estas graves violaciones de los derechos fundamentales de la persona, el derecho a la vida y el derecho a la libertad religiosa".
"Este 'silencio ensordecedor' nos ofrece materia de profundas reflexiones", comentó el cardenal Caffarra, y se preguntó seguidamente "por qué la gente se preocupa más por la suerte de los osos polares que por los hombres y mujeres culpables sólo de haber elegido la fe cristiana".
Según el arzobispo de Bolonia, este comportamiento se debe a que "el martirio molesta gravemente a quien cree que en el fondo todo es negociable; a quien niega que exista algo sobre lo que no se pueda disponer o que no pueda ser mercantilizado".
"El mártir -añadió- exalta la dignidad de la persona de modo que sólo puede ser censurado por quien piensa que, al final, el hombre es sólo un fragmento corruptible de un todo impersonal. La grandeza del mártir desenmascara la pobre desnudez del relativismo".
El purpurado recordó la vida y las enseñanzas de Jesús, que murió en la cruz para salvar a los hombres, y explicó que "nuestros hermanos y hermanas están recorriendo el camino del Señor".
"Ellos son el grano de trigo que, caído en tierra india, traerá mucho fruto -prosiguió-. Ellos son conscientes de que es mejor, si así lo quiere Dios, sufrir obrando el bien antes que haciendo el mal".
"Estos hermanos y hermanas perseguidos -concluyó- nos están dando la enseñanza más grande sobre el hombre, sobre su dignidad, sobre su altísima vocación". Por esto, "nada nos turba, sino que adorando solo a Cristo en nuestro corazón, estamos dispuestos siempre a responder a quienes nos pidan razones de nuestra esperanza".

domingo, 21 de septiembre de 2008

La recompensa del cristiano en la tierra: ser obrero del Señor, explica el Papa

Domingo 21 de septiembre de 2008 (ZENIT.org).- Para el cristiano ser obrero en la viña del Señor es ya una recompensa en esta tierra, considera Benedicto XVI.
Al rezar este domingo a mediodía el Ángelus, comentó el pasaje evangélico de la liturgia del domingo, en el que Cristo narra la parábola del dueño de la viña que llama a obreros a diferentes horas del día, ofreciendo a todos el mismo salario independientemente de las horas de trabajo.
Al dirigirse a los miles de peregrinos congregados en el patio de la residencia pontificia de Castel Gandolfo, recordó las primeras palabras que pronunció como obispo de Roma el 19 de abril de 2005: "Después del gran Papa Juan Pablo II, los cardenales me han elegido, a mí, un sencillo y humilde obrero de la viña del Señor".
Explicando las conclusiones que los cristianos pueden sacar de este Evangelio, Benedicto XVI explicó que Dios "no tolera, por así decir, el desempleo: quiere que todos trabajen en su viña".
"Y, en realidad, el ser llamados es ya la primera recompensa: poder trabajar en la viña del Señor, ponerse a su servicio, colaborar en su obra, constituye en sí un premio inestimable, que recompensa de todo cansancio".
Esto, añadió, "lo comprende sólo quien ama al Señor y a su Reino; quien, por el contrario, sólo trabaja por el salario nunca se dará cuenta del valor de este tesoro inestimable".
La lógica de Dios, dijo, "es diferente a la del mundo". Y citando la primera lectura de la liturgia dominical tomada del profeta Isaías, añadió: "No son mis pensamientos vuestros pensamientos, ni vuestros caminos son mis caminos".
El Papa puso como ejemplo a san Pablo, de quien la Iglesia está celebrando los dos mil años de su nacimiento, quien llegó a escribir "Para mí la vida es Cristo, y la muerte, una ganancia". Y añadía: "Pero si el vivir en la carne significa para mí trabajo fecundo, no sé qué escoger".
"Pablo comprendió bien que trabajar por el Señor es ya una recompensa en esta tierra", aseguró.
El sucesor de Pedro concluyó deseando que los cristianos respondan "siempre y con alegría a la llamada del Señor" para que encuentren la felicidad trabajando sin descanso por el Reino de los cielos.

domingo, 14 de septiembre de 2008

Vocacion Sacerdotal

El Dulce Nombre de María

Ha sido Lucas en su evangelio quien nos ha dicho el nombre de la doncella que va a ser la Madre de Dios: “Y su nombre era María”. El nombre de María, traducido del hebreo “Miriam”, significa, Doncella, Señora, Princesa. Estrella del Mar, feliz Puerta del cielo, como canta el himno Ave maris stella. El nombre de María está relacionado con el mar pues las tres letras de mar guardan semejanza fonética con María. También tiene relación con “mirra”, que proviene de un idioma semita. La mirra es una hierba de África que produce incienso y perfume. En el Cantar de los Cantares, el esposo visita a la esposa, que le espera con las manos humedecidas por la mirra. “Yo vengo a mi jardín, hermana y novia mía, a recoger el bálsamo y la mirra”. “He mezclado la mirra con mis aromas. Me levanté para abrir a mi amado: mis manos gotean perfume de mirra, y mis dedos mirra que fluye por la manilla de la cerradura”. Los Magos regalan mirra a María como ofrenda de adoración. “Y entrando a la casa, encontraron al niño con María, su madre, y postrándose, lo adoraron y abriendo sus cofres, le ofrecieron oro, incienso y mirra”. La mirra, como María, es el símbolo de la unión de los hombres con Dios, que se hace en el seno de María. Maria es pues, el centro de unión de Dios con los hombres. Los lingüistas y los biblistas desentrañan las raíces de un nombre tan hermoso como María, que ya llevaba la hermana de Moisés, y muy común en Israel. Y que para los filólogos significa hermosa, señora, princesa, excelsa, calificativos todos bellos y sugerentes.